28
Dom, Abr

La crisis del fentanilo, la ‘droga zombi’, está arrasando en EEUU y ya ha llegado a España

Mundo
Typography

Conocida en Estados Unidos como la 'droga zombi', en diversas ciudades del país norteamericano, el uso de esta sustancia entre los adictos se ha transformado en una auténtica pesadilla.


(National Geographi).- En la última década, se ha presenciado un alarmante incremento en el consumo recreativo del fentanilo, con efectos devastadores particularmente en los Estados Unidos.

Entre los años 2018 y 2021, las muertes atribuidas a sobredosis de este potente opiáceo se dispararon en más del 90%, con aproximadamente 70.000 fallecimientos registrados en el último año mencionado. La situación ha alcanzado proporciones epidémicas en algunos sectores de la sociedad.

Esta tendencia ha sido impulsada, en parte, por la combinación del fentanilo con otros fármacos, como el alcohol, la heroína o la metadona. Este tipo de combinaciones magnifican los efectos del fentanilo, elevando tanto el riesgo de adicción como el de sobredosis y muerte.

RADIOGRAFÍA DE LA 'DROGA ZOMBI'
Sintetizado por primera vez en 1960, el fentanilo fue utilizado originalmente como analgésico intravenoso. Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980, su uso se expandió a otros fines, especialmente recreativos.

La acción del fentanilo en el organismo humano es compleja y multifacética. En nuestro cuerpo, hay más de 20 péptidos opiáceos endógenos, como las endorfinas, que facilitan que sustancias como el fentanilo actúen en lugares específicos del cerebro. La estimulación de estas sustancias en el sistema nervioso central puede afectar lo que se conoce como sistema cerebral de recompensa, que regula diversos aspectos del comportamiento humano, como el placer, la memoria y el aprendizaje.

La poderosa estimulación que el fentanilo induce en este sistema puede llevar a cambios cerebrales conocidos como neuroadaptaciones. Estos cambios promueven una mayor tolerancia (lo que significa que se requieren dosis cada vez mayores para lograr los efectos deseados), la dependencia, la adicción y síntomas de abstinencia.

El efecto reforzante del fentanilo está relacionado con el sistema dopaminérgico mesolímbico, las vías que utiliza el neurotransmisor dopamina para distribuirse en el cerebro. Después de un consumo continuado, las primeras neuroadaptaciones comienzan a afectar al estriado dorsal, una región involucrada en la formación de hábitos.

El fentanilo pertenece a la categoría de los opiáceos, algunos de los cuales son de origen natural, como el opio extraído de la planta Papaver somniferum, o sintético, como el propio fentanilo. Históricamente, los opiáceos han sido valiosos en la medicina, pero recientemente el mercado negro de los opiáceos sintéticos ha experimentado un rápido crecimiento, emergiendo como una nueva y peligrosa moda en el ámbito de las sustancias psicoactivas.

La toxicidad y el potencial adictivo de estos compuestos estupefacientes superan los de la morfina y la heroína. Sumado a su costo relativamente bajo de fabricación, esto contribuye al aumento del riesgo de sobredosis. El fentanilo, por ejemplo, es 50 veces más potente que la heroína, una potencia que lo ha convertido en uno de los opiáceos sintéticos más destacados y temidos.


¿POR QUÉ ES TAN GRAVE EN EEUU?
Medicina letal (Painkiller) es la prometedora nueva serie de Netflix que abordará la crisis de los opioides en Estados Unidos, un tema alarmante y muy actual, habida cuenta del problema del fentanilo. Esta nueva ficción es el resultado de una colaboración entre la plataforma de streaming y Eric Newman, conocido por su papel fundamental en Narcos: México, lo que añade un toque de autenticidad y experiencia en la narración de historias relacionadas con las drogas.

Las razones sobre este pico de consumo de estupefacientes en Estados Unidos son diversas, pero una de las principales, a juicio de los expertos, es el enfoque hacia el control de los mismos: el sistema de salud privado en Estados Unidos otorga gran autonomía a los centros privados en cuanto a la prescripción de estas sustancias. Esto puede llevar a una falta de coordinación y regulación en todo el sistema, lo que a su vez puede resultar en un acceso más fácil a estas drogas y un mayor potencial de abuso y adicción.

Contrastando con la situación en Estados Unidos, el enfoque del sistema de salud público español controla activamente el suministro de estas sustancias y coordina a las diferentes administraciones en la lucha contra el problema de las adicciones. Así, en España, las medidas incluyen una regulación estricta, la necesidad de recetas especiales para ciertos estupefacientes y un seguimiento cercano de los pacientes que los reciben.

LA SITUACIÓN EN ESPAÑA
Aunque la epidemia de fentanilo puede parecer principalmente un problema estadounidense, España ocupa el cuarto lugar en la OCDE en cuanto a consumo de esta droga, detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. Según el Informe Edades 2022, el consumo de opiáceos en España aumentó el último año un 0,6%, y el fentanilo, que antes era un opiáceo marginal, ahora es el tercer opiáceo más consumido (14%) después de la codeína y el tramadol.

El fentanilo se utiliza en España como analgésico para tratar dolores crónicos y severos, y se comercializa en forma de parches transdérmicos. Aunque es útil para el tratamiento del dolor, tiene inconvenientes como la dependencia y la tolerancia que genera.

Aunque el aumento en el consumo de fentanilo en España no es especialmente preocupante, su creciente prevalencia y potencial para la adicción y la tolerancia plantean preguntas sobre la necesidad de una mayor vigilancia y control. La metodología de dispensación controlada y la educación continua sobre su uso adecuado pueden ser clave en la prevención de una posible "epidemia" de fentanilo en el país.