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Coronavirus: Los candidatos a vacuna que se están investigando en España

Ciencia y tecnología
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Se ha hablado con algunos de los investigadores que trabajan en los proyectos más prometedores para desarrollar un fármaco que acabe con la pandemia de la COVID-19

(ABC) El enorme impacto de la pandemia del coronavirus ha generado una carrera mundial sin precedentes por conseguir una vacuna. Gracias al enorme esfuerzo que se está desempeñando, la primera vacuna podría estar lista para comienzos o mediados del año que viene, sin contar con el proceso de manufacturación ni distribución a gran escala.

En este momento existen cientos de potenciales vacunas en todo el mundo, pero en todos estos casos los científicos tienen por delante la ardua tarea de probar que sus candidatos son seguros, eficaces y que su protección es duradera y extensa. Para ello han de realizar experimentos en animales de laboratorio primero y, si tienen éxito, en cientos y miles de personas. A fin de cuentas, una vacuna es un medicamento diseñado para ser inyectado en millones de personas sanas, por lo que hay que asegurarse de que no es dañino o ineficaz. Por ello, muchas potenciales vacunas se quedarán por el camino.

En este momento existen ocho candidatos a vacuna más adelantados, que ya están siendo probados en humanos, y otros 100 que ya se están probando en animales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En España, varios laboratorios con gran experiencia en el desarrollo de vacunas están trabajando para frenar la COVID-19. Ninguno ha avanzado todavía a la fase de ensayos en humanos, pero un candidato ya ha empezado a probarse en animales. No obstante, y aunque no están tan avanzados como otros proyectos en el extranjero, sigue siendo posible que alguno de ellos sea el que obtenga la vacuna más segura, eficaz y barata de producir.

Los candidatos a vacuna que se están desarrollando en España se basan en diferentes tecnologías. Cada una de ellas tiene unas ventajas y unos inconvenientes que podrían definir cómo se pondrá fin a la pandemia del coronavirus, de una vez por todas. ABC ha hablado con algunos de los científicos que trabajan en los laboratorios que buscan la vacuna en nuestro país.

-Tipo de vacuna: virus atenuado, que no se disemina, construido por medio de ingeniería genética

-Objetivo de la respuesta inmune que generaría: toda la partícula viral

-Ventajas: en teoría produciría una respuesta inmune completa y duradera

-Inconvenientes: el proceso de desarrollo es largo y ha de superar muy exigentes pruebas de seguridad

-Fecha más próxima: el candidato se podría probar en ratones transgénicos en septiembre u octubre

El grupo del Laboratorio de Coronavirus, dirigido por Luis Enjuanes e Isabel Sola, en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), está trabajando en el candidato español a vacuna que podría generar la respuesta inmune más completa y duradera.

Los investigadores buscan crear un coronavirus atenuado, es decir, un microorganismo muy similar al virus SARS-CoV-2 pero que carece de capacidad de infectar o de producir enfermedad. A través de modernas técnicas de ingeniería genética, que permiten desactivar los genes de virulencia, crean una «copia» inofensiva del coronavirus para preparar al sistema inmune para responder ante el enemigo real.

«Lo primero que queremos conseguir es una copia sintética del virus», ha explicado a ABC Sonia Zúñiga, investigadora que trabaja en este candidato a vacuna y con décadas de experiencia en coronavirus. «Digamos que ya casi lo tenemos», ha añadido.

Los investigadores de este laboratorio fueron los primeros del mundo en modificar el genoma de un coronavirus, en este caso un virus que no infecta a humanos, en el año 2000. Son pioneros en crear unas herramientas de genética reversa, que permiten manipular los genes de estos virus para investigarlos o crear copias atenuadas. (Se habla de genética reversa porque «traducen» el material genético del virus, en forma de ARN, en ADN, para poder manipularlo y producir nuevas copias del virus, dándole la vuelta al proceso natural).

Gracias a eso, hasta ahora ya habían acumulado mucha experiencia y habían creado versiones no infectivas del SARS (muy similar al SARS-CoV-2 y que causó una epidemia en 2003) y del MERS (que causó otra epidemia en 2012).

¿Por qué usar virus atenuados?

«Los virus atenuados, al ser virus completos, se presentan como un virus normal, así que en principio generan una respuesta inmune más completa, equilibrada y prolongada que la que dan vacunas basadas en un solo componente (como una proteína del virus)», ha dicho Zúñiga. Sin embargo, ha destacado, la duración de la inmunidad que dé la vacuna dependerá de cuánto dure la inmunidad generada por el propio virus SARS-CoV-2, especialmente en las mucosas respiratorias, donde suele ser más breve.

Otro punto clave es la seguridad. Al consistir la vacuna en un virus atenuado, se ha de evitar que pueda diseminarse por su cuenta o hacerse más inefectivo: «Una vacuna basada en un virus atenuado requiere muchos más controles y medidas adicionales de seguridad para que no se pueda diseminar, de ahí que el principal inconveniente de este tipo de vacuna es el tiempo que tarda en desarrollarse». En este caso, además, están trabajando en reforzar las medidas de seguridad para que su candidato reciba aprobación para ser probado en ensayos con humanos.

En este laboratorio están avanzando en varios frentes más. Están usando la genética reversa para crear distintos coronavirus atenuados y están evaluando el papel de la aplidina y de otros compuestos como tratamientos contra el coronavirus. Además, están evaluando la eficacia de anticuerpos monoclonales frente al coronavirus en colaboración con varios grupos de investigación europeos y están investigando el funcionamiento del coronavirus durante la infección en colaboración con el grupo de Adolfo García Sastre, codirector de la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí, en Nueva York.

Según Zúñiga, en septiembre u octubre podrían comenzar los ensayos con el candidato a vacuna en ratones transgénicos, modificados para expresar el receptor (de nombre ACE2) que el coronavirus emplea para atacar las células humanas.

«Estamos muy lejos de otras vacunas», ha concluido Sonia Zúñiga. «Por ejemplo, la vacuna del grupo de Mariano Esteban, en el CNB-CSIC, está bastante más adelantada. Pero como científica no lo veo como una carrera, lo importante es que una vacuna se pueda usar si hay un próximo brote».