Mientras los comunicadores son relevados por una clase política que ha incursionado en el mundo del periodismo, haciendo negocio aprovechando la amistad con grupos de poder, hay quienes denuncian públicamente que son chantajeados a cambio de que les den convenio de publicidad.
Por: Claudio Vargas
Muchos sabemos los casos que ahora son empresarios de la comunicación, como son: Luis Walton Aburto, dueño de una canal de televisión que lo compró cuando este estaba al borde la quiebra y aprovechando su amistad con los políticos ha estado amarrando jugosos convenios de publicidad. El también socio del periódico el Sur, de quienes muchos dicen que es casi el dueño, también usa esos medios de poco impacto para hacer el gran negocio de su vida, mientras los usa para golpear políticamente a sus detractores en la política.
Otro caso, no menos sorprendente, es el del ex alcalde Alberto López Rosas, quién compró un periódico de poca circulación llamado Diario 17, ahora manejado por su hermano y que mediante la amistad que tiene con los gobernantes, hace convenios de publicidad, aún cuando ese periódico nadie lo lee porque tiene pobre contenidos.
Aunque no tan fuerte, brinca el caso del colaborador del ex alcalde Alberto López Rosas, integrante de su grupo político, Miguel Ángel López Sotelo, conocido como Taquero y que ahora en un programa que se trasmite en internet, copiando el patrón de su jefe político, usa el periodismo para chantajear a la nueva generación de políticos.
“Me pidió 15 mil pesos para su programa”, denunció la presidenta suplente de Acapulco, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Maty Texta García, en un programa de radio, con el locutor Igor Petit, dijo que como no se los dio, la empezó atacar con un perfil falso.
El locutor de radio, del programa Controversias por la Noche, condenó esta acción de quién “no es periodista, pero lo ejerce”, y que ha encontrado en este medio, la forma de medrar con los recursos del pueblo, y le dijo: “Lo que hace ese señor, no es ético, además de que difama al publicar información sin fuentes de información de páginas o perfiles falsos”.
En entrevista de radio, la presidenta suplente de Acapulco, sostuvo que no maneja recursos y que no tiene tan semejante cantidad de dinero, para dársela a ese señor de apellido López Sotelo, y que por eso ahora de manera grotesca ha iniciado una campaña de desprestigio en su contra.
Igor Petit, sin pelos en la lengua, se refirió a López Sotelo, como alguien que “no es periodista, pero lo ejerce”. Pero lamentó que ese señor use cosa que publiquen en el Facebook, para usarlo como forma de sacar convenios de publicidad con alguien que no tiene o maneja recursos para complacerlo.
Es triste ver cómo se ha prostituido el periodismo, con el arribo de una clase política en desuso, que ha encontrado en empresas de medios de comunicación, la forma de ganar dinero, que en sus oficios jamás ganarían.
Amén de que no existe en el estado, una certificación de quienes ejercen el periodismo de forma responsable y ética. Hasta cuando seguirá pasando cosas como estas, hasta que los mismo periodistas lo permitan.