Por muchos años, en Acapulco los ciudadanos han anhelado un cambio no de un gobierno que llega al poder por un partido distinto, no, sino de una forma de vida y un entorno que genere mejores condiciones tanto para los que aquí viven como de los que lo visitan. En los últimos cuatro años, con la llegada a la presidencia la esperanza del llamado Movimiento de Regeneración Nacional(Morena) algunas cosas medio cambiaron, pero al final nadie vio una transformación bestial.
En octubre el ayuntamiento de Acapulco se pintó otra vez de color de Morena. Una mujer de origen indígena, que por años anduvo trabajando con la gente pobre de las colonias, llegó a la diputación local, federal y ahora a la presidencia y a ocho meses de su administración, las cosas no pintan para bien, no. Todo lo contrario, se aprecia una manera de gobernar sin rumbo, con un intento de medio administrar y medio atender lo básico de servicios públicos y ya.
La alcaldesa, Abelina López Rodríguez, debe entender que en teoría, la política en definición es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones o relaciones de poder que tiene que ver con la distribución de los recursos, que como principal administradora tiene que mostrar precisamente “cambios en lo que tiene que ver no solamente con los servicios públicos que brindan a los acapulqueños, sino que además con mejorar las condiciones de vida de los que pagan sus impuestos, algo que no se ve por ningún lado”.
Acapulco lo ganó Morena, no por la candidata que fue puesta en el pasado proceso electoral, sino por la inercia del presidente Andrés Manuel López Obrador, es por eso que ya van dos administraciones que mantienen el poder en este destino turístico. Si bien es cierto que AMLO ha generado esperanza de cambio, con la Cuarta Transformación que al menos aquí no se ve por ningún lado.
Algunos pensaron que la 4T fue una utopía, (Plan ideal de gobernó en el que se concibe una sociedad perfecta y justa donde todo discurre sin conflictos y en armonía), pero la realidad es que esa promesa nunca llegó. Al menos en este municipio. Algo contrario a lo que está ocurriendo en el estado.
El tiempo está transcurriendo y no se ve nada significativo en este gobierno encabezado por una mujer perredista de Oaxaca. El problema de la basura sigue de mal en peor. Las calles de la zona del centro están destrozadas, la inseguridad sigue siendo el talón de Aquiles para este gobierno que poco a poco se va a pique. Es cierto que 9 meses no se puede hacer mucho, pero por lo menos deberían verse las bases para dos años de esperanza. Pero a lo que se ve, es que existe mucha inexperiencia en quienes conforman su gabinete. Las decenas de asesores que cobran arriba de 50 mil pesos, no han sido capaces de poder orientar el rumbo de una administración que al paso que va, terminará en el descrédito de los que de alguna manera les dieron la oportunidad de un cambio verdadero. No están siguiendo las pautas del presidente de México de los principios de Morena, no. Están gobernado a su manera y aquí están las consecuencias.
No hay nada que muestre que la Cuarta Transformación ha llegado a este puerto, no. Seguimos viendo cómo cada que pasa las horas, Acapulco sigue peor que cuando gobernaron los Priistas, Perredistas y de Convergencia ahora Movimiento Ciudadano. Finalmente López Rodríguez debe recordar que en política no hay sucesión, hay causas. Algunas causas sobreviven y se tienen que transformar y lo único permanente es el cambio, que no se ve ni se siente.