En Acapulco la población sigue esperando la llamada Cuarta Transformación, pues si no fuera por la inversión que ha enviado el gobierno federal, el municipio estaría peor que en todo los años de gobiernos del PRI y el PRD. La 4T solo está en los discursos de quienes por gracias del fenómenos AMLO llegaron al poder como presidentes municipales en este destino de playa. Amén de que gobernaron para su beneficio personal, de amigos y familias.
Hoy la historia se repite pero con mayor desgracia, y no es para menos, pues aunque el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) gracias a AMLO logró ganar la joya de la corona, no tuvo candidatos propios y se vio en la penosa necesidad de adoptar a perredistas de viejo cuño con desgracia en hombres para pudieran abanderar los proyectos de gobierno.
Los resultados no han sido los deseados por la mayoría de quienes votaron por el proyecto de la #4T. No. Ahora la experiencia que se vive en Acapulco, con la llegada de la perredista Oaxaqueña de origen indígena, muestra que no se puede gobernar con ocurrencias y menos si no se tiene capacidad en la administración pública. Acapulco en menos de siete meses no se ha avanzado en lo absoluto. El problema de los servicios públicos deficientes van de mal en peor. La recolección de la basura sigue siendo un lastre para este destino turístico y qué se puede decir la inseguridad que ha dejado varios hogares de luto. La ola de violencia que azota el puerto es una muestra de que no hay capacidad para gobernar de manera correcta. No, es pues una situación en la que los ciudadanos, se preguntan, por qué se permitió que llegara al poder a personas sin experiencia en la función pública y lo que es peor, de que el destino sufriera un retroceso espantoso en lo que tiene que ver con la imagen urbana.
Acapulco sigue dependiendo del turismo del centro del país y de los fines de semanas largos. No hay vuelos internacionales ni muchos menos la llegada de europeos ni vacacionista de Centro América. Estamos en una situación precaria porque además las alertas emitidas por la embajada de los #E.E.U.U. deja ver que venir al puerto representa un alto riesgo para la vida de las familias por los asesinatos y balaceras que se cometen no en la zonas pobres y apartadas del municipio sino en el mero corazón de Acapulco y en la Costera.
Estos siete meses de gobierno a los acapulqueños les parece una eternidad. Pues no hay manera de ver la llegada de la 4T a este lugar paradisíaco. Las calles de Acapulco están remendadas. Los escurrimientos de aguas negras que brotan en calles y avenidas son el horror de los visitantes. Las descargas de aguas negras a la bahía siguen aunque con menos intensidad. Basta ir a la playa en Cantiles para darse cuenta cómo son arrojados miles de litros de aguas negras la mar. De hecho en esa playa el agua ya cambió de color de azul a negro. No se puede ofertar a un destino como Acapulco con tanto muladar y con inseguridad. A los turistas no se les puede engañar, ellos saben en qué condiciones se encuentra el puerto por eso han dejado de venir vuelos internacionales y cruceros. Muchos de los vuelos llegaban en algún momento porque eran subsidiado por el propio gobierno. Ahora la situación se agrava lentamente y tal parece que la agonía de este importante destino de playa se va muriendo muy pero muy lentamente. (Claudio Vargas/Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.).