La Convención Nacional Bancaria, que recién se celebró en el puerto de Acapulco, vino a coronar los esfuerzos de la administración estatal para consolidar la recuperación
económica de Acapulco, a seis meses del huracán Otis que casi destruyó la ciudad.
Cuando muchos creían que la recuperación de este puerto turístico tardaría años, el gobierno que preside Evelyn Salgado logró lo impensable con el apoyo inequívoco de la Secretaría de la Defensa, la Armada de México, la Guardia Nacional y los integrantes del
gabinete estatal.
Sin duda falta mucho trabajo por hacer, especialmente en el tema de la inseguridad, pero ni duda cabe que la joven gobernadora se inmiscuyó a conciencia en las gestiones necesarias hasta lograr que más de 80 establecimientos comerciales reabrieran sus puertas poco tiempo después del impacto, lo que garantizó el abasto de básicos a la ciudadanía.
En esta oportunidad los hombres del dinero, por voz del presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Julio Carranza, destacaron que las instituciones bancarias trabajaron arduamente para rehabilitar las 87 sucursales así como poner en funcionamiento los 373 cajeros automáticos, que fueron todos destruidos, lo que permitió otorgar a la brevedad los servicios bancarios a la población afectada.
El directivo mencionó que 40 de las 87 convenciones bancarias se han llevado a cabo en Acapulco, lo que establece un vínculo especial con este puerto turístico.
Y cómo no estarían de plácemes los representantes del capital financiero, si según datos internos de la ABM, en 2023 obtuvieron utilidades brutas por 271 mil 802 millones de pesos, producto de las altas comisiones e intereses que cobran por sus servicios.
Tan así, que la candidata morenista a la presidencia, Claudia Sheinbaum, se los recordó con estas palabras: “A los bancos les ha ido bien con la Cuarta Transformación, a pesar dela pandemia”. Claro, no es para menos.
Con todo, el hecho de que los barones del dinero hayan escogido de nueva cuenta el puerto para llevar a cabo su evento anual de evaluación financiera, envía un mensaje de confiabilidad a todos los demás integrantes del sector privado, lo que sin duda redundará
en mayores inversiones en la infraestructura de esta ciudad, con la consecuente cauda de generación de empleos.
Habrá que recordar que el impacto del huracán generó la destrucción de la infraestructura turística, además de un tal de 272 mil viviendas destruidas total o parcialmente, más de 600 embarcaciones hundidas en la bahía, daños graves a la infraestructura eléctrica así como la destrucción de más de dos millones de árboles del Parque Nacional El Veladero, arrancados de cuajo por la fuerza del meteoro que transportaba vientos de más de 300 kilómetros por hora. Ello, sin mencionar las vidas arrancadas por ese demonio que fue bautizado como Otis.
Los héroes en esta tragedia, hay que refrendarlo, fueron los efectivos de la Guardia Nacional, de la Armada de México, del Ejército, de Protección Civil estatal y federa además, desde luego, de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Conagua, que en un tiempo récord -estimado con base en la dimensión de la catástrofe- lograron restituir los servicios básicos y alimentar a los miles de personas que se quedaron sin agua ni alimentos.
Claro que también hay que reconocer el esfuerzo de los miles de samaritanos que vinieron a Acapulco sólo con el propósito de ayudar, especialmente los de World Central
Kitchen, algunos de cuyos miembros por desgracia murieron en un bombardeo en Gaza.
En todo caso, la misión de restablecer la normalidad en Acapulco recayó sobre los hombros de Evelyn Salgado, quien atendió todas y cada una de las graves afectaciones con apoyo de la Federación.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien hacía visitas esporádicas a Acapulco para revisar los avances en la reconstrucción, actuaba más como visita de
médico -sin ofender a los médicos-, dejando toda la carga sobre la gobernadora.
El restablecimiento de servicio de las tiendas departamentales, la recolección de basura y escombros -miles de toneladas esparcidas por todo el puerto-, el servicio de energía eléctrica y comunicaciones, el servicio de agua potable, los grandes eventos turísticos como el Abierto Mexicano de Tenis (y ahora la convención bancaria), el Tianguis Turístico -que permitió concertar más de 35 mil citas de negocios- y, finalmente, el éxito de la Semana Mayor que generó más de dos mil millones de pesos de derrama en el puerto, han sido logros inequívocos de Evelyn Salgado.
Hay muchos problemas pendientes de solución -como la inseguridad, el saneamiento de
la bahía, las tratadoras de aguas negras, la prevención de nuevos desastres naturales, la fase final de la reconstrucción-, pero si lo vemos a la distancia el trabajo de restauración ha sido simplemente una proeza.
La mandataria estatal ha obtenido logros sensibles y sorprendentes particularmente en estos últimos seis meses. ¿Acaso no es una dama digna de reconocimiento?
Lo deseable es que en el curso de 2024 y, sobre todo, en 2025, comience a consolidar los avances de su administración, sobre todo en el tema de la inseguridad y de la protección de los derechos de las mujeres y las niñas a través del Protocolo Violeta.
Claro que ha sido determinante el apoyo presidencial para que el gobierno federal de verdad cristalice resultados en beneficio de más de un millón de personas afectadas por el meteoro. Pero tal parece que la vocación humanista de la joven mandataria está
generando condiciones favorables para atender a los guerrerenses, que son los pobres entre los pobres en todo el país.
Esperamos que esta gestión pueda germinar en mejores condiciones de vida para los guerrerenses, tan castigados por la pobreza y la violencia criminal.