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Dom, Abr

Una «madame» de Nueva York, interrogada por la trama rusa

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Kristin Davis es amiga de un antiguo miembro del equipo que llevó a Trump a la Casa Blanca

Acapulco Gro., 05 de agosto del 2018(ABC) «Las únicas personas que pagan en metálico son los traficantes de drogas y los mafiosos». Antes de que el lector se ofenda, aclaremos que el autor de la frase se refiere a grandes cantidades de dinero, no a pequeños y rentables gastos como comprar este periódico. Se refiere a 150.000 dólares, los que Trump habría pagado en metálico para silenciar a una antigua modelo de «Playboy» que decía haber mantenido una relación con él. La frase es de Lanny Davis, abogado de Michael Cohen, a su vez exabogado del ahora presidente.

Sirva este preludio para presentar a otro personaje imprescindible en toda trama de mafiosos. Pongamos que tienen razón quienes dicen que Donald Trump lo es –hay quien afirma que trabaja para la mafia rusa–. En el guión más entretenido de la política estadounidense entra ahora una famosa ex «madame» de Manhattan, Kristin Davis, que durante años ejerció de facilitadora de prostitutas a la élite neoyorquina, gobernadores incluidos. ¿Qué película sobre la mafia no incluye una madame y prostitutas de lujo?

Candidata a gobernadora

Kristin Davis ha sido entrevistada esta semana por el equipo del fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y su relación con la campaña de Donald Trump. El currículo de Davis es, cuando menos, peculiar. No solo trabajó de facilitadora –ingresó en la cárcel en 2008 por dirigir una red de prostitución–, sino que en 2010 llegó a presentarse como candidata a gobernadora de Nueva York por una plataforma que promovía la legalización de la prostitución, la marihuana, el matrimonio gay y las armas. Por si hay dudas, no ganó. Después, pasó una temporada en la cárcel por haber vendido drogas a un secreta del FBI.

¿Y qué busca Robert Mueller en Davis? Todo apunta que, a través de ella, a Roger Stone, excéntrico personaje de la política estadounidense, que ya fue investigado en los 70 por su implicación en el escándalo Watergate. Stone fue brevemente miembro del equipo de campaña de Trump y llegó a mantener contacto con rusos que le ofrecían información sobre Hillary Clinton. Davis y Stone se presentan como amigos. Él, al igual que con Trump, le ayudó en su campaña para gobernadora de Nueva York. Todo un facilitador.

La vida de lujo del exjefe de campaña del presidente

A Paul Manafort, exdirector de campaña de Donald Trump, lo están tratando peor que Al Capone. Eso opina el presidente, que ha definido a Manafort como alguien «bueno» y «honesto». Pero los detalles que salen del primero de los dos juicios a los que se enfrenta, más su currículo profesional, no casan muy bien con esos adjetivos.

 

Del juicio a Manafort por evasión fiscal y fraude bancario sale el retrato de un hombre con un estilo de vida suntuoso y unos gustos extravagantes. La joya de la corona es una cazadora negra de piel de avestruz, por la que pagó 15.000 dólares. Además, entre 2009 y 2014 se gastó casi un millón de dólares en trajes de una «boutique» de lujo. Si le condenan, aspirará al perdón de Trump. Dependerá de si, como las avestruces, esconde la cabeza para no ver a los rusos.