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Dom, May

Muere a los 58 años Gianluca Vialli, leyenda del fútbol italiano

Deportes
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El ex de la Sampdoria y la Juventus, entre otros, llevaba desde 2017 luchando contra un cáncer de páncreas

(ABC).- Fue un símbolo del mejor fútbol italiano, que pierde una leyenda. Gianluca Vialli, 58 años, un exdelantero mítico, entre los mejores de los años 80 y 90, ha fallecido este jueves en un hospital de Londres, tras cinco años de lucha contra un cáncer de páncreas. Vialli, ha sido uno de los futbolistas más queridos en este país. Ha sido un campeón, demostrando siempre coraje e inteligencia, convirtiéndose en símbolo del Cremonese -el club de su ciudad natal-, la Sampdoria, Juventus, el Chelsea y la selección italiana. Fue también un exitoso entrenador-jugador en el Chelsea, apreciado comentarista de televisión, nunca banal, y el alma discreta de la selección, como jefe de la delegación al lado del entrenador, su amigo 'gemelo' y compañero en la Sampdoria, Roberto Mancini. Este equipo le dio una de las mayorías alegrías deportivas, conquistando en el verano del 2021 el título europeo. Italia recordará siempre el abrazo interminable y las lágrimas de Vialli y Mancini en el césped del estadio de Wembley.

En la selección jugó 59 partidos, marcando 16 goles, formando parte del equipo en dos Mundiales (Méjico 1986 e Italia 1990). Rico es su palmarés. En la Sampdoria, donde llegó con 20 años, conquistó el Scudetto (el campeonato de la serie A) en 1991, un triunfo difícil de repetir para el equipo genovés, para el que ganó también cuatro Copas de Italia y la Recopa. En la Sampdoria tuvo la amarga decepción, en la temporada 1991-1992, de la derrota en la prórroga en la final de la Copa de Europa ante el Barcelona, en Wembley. Otro Scudetto lo ganó en la Juventus, equipo que lo fichó en 1992, convirtiéndose en esa época en el jugador mejor pagado del fútbol italiano. En sus cuatro temporadas en el club turinés, además de conquistar el Campeonato y una Copa en la UEFA su mayor éxito fue levantar como capitán la Champions en 1966, tras derrotar al Ajax en la final de Roma en la tanda de penaltis. Concluyó su carrera en el Chelsea (1996-2000), siendo jugador y entrenador, donde ganó, en tres temporadas, cuatro títulos, entre ellos una Copa de Liga, una Copa de Inglaterra y un Charity Shield. Con 35 años, Vialli colgó las botas.

Más allá del reconocimiento que se ganó por sus éxitos deportivos, Gianluca Vialli ha sido siempre respetado por su carácter amable, siempre disponible con una sonrisa, y se le ha admirado por el coraje y la dignidad con que afrontó la enfermedad. Decidió hablar abiertamente, evitando la retórica habitual. Convivió con el cáncer dando consejos y esperanzas: 'La gente ve en mí a un hombre fuerte, pero también frágil. Pienso que alguien puede reconocerse en mí, con mis defectos, mis muchos miedos. No estoy teniendo una batalla con el tumor, porque él es mucho más fuerte que yo. Es un compañero de viaje no deseado, tengo que seguir con la cabeza baja, sin rendirme nunca, con la esperanza de que se canse y me deje vivir muchos años más'. En el 2020 apareció un rayo de luz, porque las pruebas médicas no mostraban ningún mal. Pero el pasado 14 de diciembre anunció así su retiro como delegado de la selección, para curarse en un hospital de Londres, junto a su mujer de origen sudafricano y dos hijas: 'Debo utilizar todas las energías psicofísicas para ayudar a mi cuerpo a superar esta fase de la enfermedad'.

La noticia de su fallecimiento ha conmovido a toda Italia, no solo al mundo del fútbol. Todos destacan su coraje y el ejemplo que dio dentro y fuera del campo. 'Intento ser un ejemplo positivo -confesó en una entrevista reciente-. A mis hijas intento enseñarles que la felicidad depende de la perspectiva con la que mires la vida, que no hay que darse aires, hay que escuchar más y hablar menos; reírse a menudo, ayudar a los demás. Este es el secreto de la felicidad'.

 

Gianluca Vialli será recordado como un gran campeón, que en cierta forma revolucionó no solo la forma de comentar el fútbol en televisión, sino también la enfermedad. En su homenaje, en todos los partidos del fin de semana se guardará un minuto de silencio.