El balear asume la derrota dentro de la lógica de la falta de preparación
(ABC).- Acepta Rafael Nadal esta derrota ante Carlos Alcaraz como un paso más en el proceso que realmente le interesa. La meta está a tres semanas vista, en Roland Garros, donde espera llegar «sano y competitivo». Así que no se toma demasiado mal esta salida del Mutua Madrid Open en cuartos: «Ha estado mejor que yo en varias facetas del juego. Yo necesito mejorar, como he dicho estos días. Nada que no entrara dentro de la lógica. Se acepta con tranquilidad. Hay un camino que seguir estas dos semanas para llegar con opciones reales de ganarme oportunidades en París. Sin quitarle ningún mérito, es una derrota fácil de digerir».
No hay nada mal en el físico, pero sí en la falta de rodaje.
Deberes para estos días: «Tengo que mejorar velocidad de entrada a pista, ser más dinámico, tener la lectura y que las piernas me acompañen en esa lectura. He tenido pocos días de entrenamientos en tierra. Tengo que darle más profundo a la bola, girarme con el drive, más veces, más rápido, recuperar el dinamismo. Se mejora con días como esta semana. Hay un objetivo a medio plazo que supera cualquier tristeza por perder».
Llegaba con nula preparación y se marcha a Roma con tres partidos y una derrota contra uno de los jugadores más en forma del circuito. «Con el 1-1 me hace un passing de revés cuando yo había subido bien a la red. Ha habido dos breaks al principio en el que he tenido opciones de ganar. Tenía claro cómo llegábamos uno y otro. En una dinámica ganadora como la que traía él, en un estado de forma de confianza, todos estos momentos es más fácil que caigan de tu lado por inercia.» Aunque eso del relevo... «Relevo claro que es, yo tengo casi 36 años y él acaba de cumplir los 19. Si el relevo es a partir de hoy, lo veremos con los meses».
Analiza el proceso, pero no este torneo en particular, uno de los peores escenarios para volver tras una lesión. «Este es el que, por condiciones, más lejos está de París. No quería empezar a jugar en este torneo porque es el más complicado de todos. Hubiera sido más adecuado empezar en Estoril, ATP 250, a nivel del mar, pero no llegué. No podía arriesgar. Aquí la pelota golpea más rápido, te tienes que mover más y es más fácil perder la confianza. Se ha hecho lo que se ha podido, pero no es ningún desastre».
Y aún dejó otra lección para Alcaraz: «Carlos puede ganar perfectamente a Djokovic. Es cierto que no puede tener el bajón del segundo set. Juega mucho por fases de adrenalina. Juega con mucho riesgo. Cuando está alto está muy alto, pero también baja».