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Dom, May

El Real Madrid, enfadado con la inacción del VAR

Deportes
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REAL MADRID...   Directivos y jugadores reflexionan que el colegiado, Sánchez Martínez, puede no haber visto las acciones de Albiol y Parejo ante Vinicius, pero lo que no entienden es que Iglesias Villanueva, al frente del VAR, no tomara ninguna medida

 

Enfado, enojo, caras de indignación. Los directivos del Real Madrid y los futbolistas del Real Madrid analizaba con muestras de disgusto la pasividad del VAR, «la vaguería» llegó a decir un profesional de la casa blanca, ante las acciones polémicas del partido.

Los jugadores de Ancelotti no comprenden la pasividad del VAR y que no pidiera a Iglesias Villanueva que al menos acudiera al vídeo a presenciar ambos momentos

Los jugadores reflexionaban que no se iban a justificar en el arbitraje, pero que si no hubo goles fue porque Sánchez Martínez y especialmente el VAR, dirigido oficialmente por Iglesias Villanueva, no quiso señalar penalti en «el codazo que Albiol le dio a Vinicius cuando quiso presionar a Rulli». Y mostraron aún mayor incomprensión con la extraña inacción del videoarbitraje en otra acción de Parejo sobre el joven brasileño, un manotazo en la cara, que pudo significar la expulsión del centrocampista amarillo, pero que tampoco se juzgó ni se sancionó.

Albiol zanjó su caso a su manera, franco: «Si le doy un codazo a Vinicius le saco del campo y le hago sangre, no fue ni agresión ni penalti».

Ancelotti no caldeó el ambiente con las situaciones polémicas y centró el tiro en la presión que los rivales ejercen sobre Vini Jr. para desconcentrarle: «Vinicius tiene que aprender que esto puede pasar. Debe concentrarse en el partido y no perder energía en estas cosas. Puede pasar, pero no tiene que caer en eso».

Superada la batalla de Villarreal, el italiano se concentra en la guerra de París. Piensa que Mendy estará listo para medirse frente al PSG y su incógnita es si alinear o no a Benzema. El ariete no estará al cien por cien en el Parque de los Príncipes y hay que mirar el bosque, no el primer árbol.

Bale vuelve a vivir el fútbol

La noticia paralela en Villarreal fue el retorno de Gareth Bale. Quería volver a jugar por última vez en el campo donde debutó con el Real Madrid el 14 de septiembre de 2013 porque La Cerámica, entonces El Madrigal, le inyecta buenas sensaciones. Aquel día se estrenó con su primer gol en el club blanco, un partido que acabó en empate. Ayer, Gareth Bale reapareció por fin en el mismo estadio. Realizó un buen partido, generó tres ocasiones y Rulli y el larguero evitaron sus goles. Lo importante es que dejó brotes verdes para Ancelotti, que le conoce bien. El galés ya le permitió adjudicarse la Copa de la escapada de galgo ante Bartra y anotó el segundo tanto al Atlético en Lisboa.

El británico no disputaba un partido con el Real Madrid desde el 28 de agosto de 2021 y no vivía un partido de competición desde el 1 de septiembre, cuando jugó con Gales el último tercio del encuentro frente a Finlandia. Cinco meses después ha vuelto al fútbol.

Ejerció de delantero centro en su regreso a la competición, apoyado por Vinicius en la izquierda y Asensio en la derecha. Era una delantera inédita de Ancelotti. El galés sustituyó a Benzema y no fue un punta falso, sino que se movió directo al gol frente a Pau Torres y Albiol. Asensio le buscó siempre con su pase certero.

La primera oportunidad del Real Madrid fue un espléndido desmarque de Bale con la velocidad que aporta su zancada y un buen remate ante la salida de Rulli que el guardameta despejó con sabiduría cubriendo portería y sacando un brazo arriba que cercenó la vaselina del galés. Acto seguido, una entrada a destiempo, la del delantero que no sabe hacer faltas, supuso una cartulina amarilla para el número 18, que perdió el 11 cuando se marchó cedido al Tottenham. El dorsal que Gento hizo mítico lo lleva hoy Marco Asensio.

El Real Madrid apretó el acelerador conforme pasaron los minutos y Bale tuvo otras dos opciones de marcar en dos tiros. Uno, por alto, que tocaron Rulli y el larguero. El otro, por bajo, que el cancerbero rechazó para que un defensa acabara por despejar el balón a la grada. El británico se lamentó con la sonrisa de la resignación en los labios ante las oportunidades que no cuajaron. Protagonizó un partido aceptable y no vio el camino del gol, ese que sí encontró cinco veces en Villarreal a lo largo de una década.

Fue sustituido a los setenta y cinco minutos por Jovic, que le imitó y envió al final otro disparo a la madera. En el fútbol todo es diferente. Tocar madera no es fortuna, sino «mala suerte», como adujo el entrenador madridista al analizar las oportunidades desaprovechadas.