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Sáb, May
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¿Puede la inteligencia artificial acabar con la civilización humana?

Ciencia y tecnología
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La inteligencia artificial está llamada a cambiar el mundo de un modo sin precedentes. Tanto, que algunas voces han dado la voz de alarma sobre sus potenciales fatales consecuencias para la humanidad pero, ¿cuánta razón hay en estas predicciones?

(National Geographi).-nElon Musk acaba de alertar que "la inteligencia artificial tiene el potencial de destruir la civilización". ¿Cuánto de razón hay en esta ominosa predicción?

El progreso asusta, produce vértigo. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Un ejemplo de cómo la tecnología puede sorprender y asustar a las personas en su primera exposición a esta lo encontramos en una famosa anécdota de la historia del cine. Así, cuando el 28 de diciembre de 1895 los hermanos Lumière organizaron la primera proyección pública de cine en el Grand Cafe de París, muchos de los asistentes al evento saltaron de sus sillas y huyeron despavoridos al pensar que el tren que se acercaba a la cámara iba a salir de la pantalla y arrollarles.


Pero uno de los mayores rechazos al avance de la tecnología se producía algunas décadas antes, con el advenimiento de la Revolución Industrial. Hoy, sin duda, la Revolución Industrial no puede si no contemplarse como uno de los periodos de mayor progreso de la Humanidad. Impulsada por la invención de la máquina de vapor o el aumento de la disponibilidad de recursos naturales como el carbón y el hierro, la Revolución Industrial elevó la capacidad de producción de bienes manufacturados a gran escala de un modo sin precedentes, y desterró para siempre la necesidad de la fuerza de trabajo humana, que sería sustituida paulatinamente por las máquinas más variadas.

James Watt y la máquina de vapor
James Watt, el ingeniero que impulsó la Revolución Industrial
Todo esto tuvo un impacto significativo en el empleo y las condiciones laborales, y muchos trabajadores se vieron afectados por los cambios tecnológicos y económicos que se estaban sucediendo. A medida que la maquinaria y la tecnología avanzaban, muchas tareas que antes requerían la mano de obra humana se volvieron más eficientes y productivas.

Como resultado, miles personas perdieron sus empleos, sustituidos por las máquinas. La oposición de muchos trabajadores y la resistencia a las nuevas tecnologías se hizo patente en numerosas huelgas que florecieron ante la expectativa de que las empresas buscaran reducir sus costes y aumentar la productividad a costa de su despido y sustitución. Sin embargo, el cambio tuvo un efecto mixto en el mercado laboral, mientras algunos trabajos desaparecieron, aparecieron nuevas oportunidades en nuevos sectores cada vez más especializados. Muchos perdieron sus trabajos, pero otros tantos, y la sociedad en su conjunto, se acabaría beneficiando de los profundos cambios tecnológicos y económicos de la época.