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Dos super contagios entre temporeros extendieron un mutante del coronavirus por toda Europa

Ciencia y tecnología
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Científicos han identificado una variante de alta prevalencia en Europa y España del SARS-CoV-2 y han seguido su rastro hasta dos brotes ocurridos en junio en Aragón y Cataluña

Este brote amplifica a esta variante y la apertura de las fronteras y las medidas de desescalada permitieron su expansión

 

Cada vez que un coronavirus SARS-CoV-2 se multiplica dentro de una célula humana, un complejo de proteínas actúa como una fotocopiadora, sacando copias y más copias del ARN, su material genético. De vez en cuando, estas «fotocopiadoras» cometen errores y cambian ligeramente la información genética: son las llamadas mutaciones. Normalmente, estas mutaciones son inocuas, pero a veces producen cambios que afectan a la capacidad del virus para replicarse o contagiar. En el caso del SARS-CoV-2, sabemos que sufren mutaciones cada mes y, por eso, los científicos hablan de variantes, que son poblaciones de virus que arrastran ciertas mutaciones.

 

Desde que comenzó la pandemia, los investigadores han estado secuenciando los genomas de las variantes del coronavirus para vigilar sus mutaciones y comprender cómo evoluciona la epidemia. Esta misma semana, un equipo de investigadores de la Universidad de Basilea y de la Universidad de Valencia, que forman parte del consorcio Seq COVID-SPAIN, han identificado una nueva variante del SARS-CoV-2, de nombre 20A.EU1. Todo apunta a que se originó en España en dos eventos de super contagio entre temporeros ocurridos en brotes de Aragón y Cataluña, que tuvieron lugar en junio. Pero en julio y agosto, la variante ya se había extendido por varios países europeos: de hecho, gracias a la apertura de fronteras y a la desescalada, esa variante 20A.EU1 es ahora la más prevalente de Europa y de España.

 

«Lo más importante de este estudio es que hemos identificado una nueva variante del coronavirus que tiene diferente prevalencia en varios países europeos», ha explicado a ABC Iñaki Comas, investigador de la Universidad de Valencia y coautor del estudio. Dicho trabajo todavía no ha sido revisado por pares y se ha publicado en el servidor « medRxiv». Esta variante no es más que una cepa que surge durante la segunda ola de la expansión del virus por Europa y que tiene su foco de incubación en España.

 

«La cepa que estos autores están describiendo se trata de una derivada del linaje A2a, la más común en el mundo entero desde su origen primigenio en Italia, tal y como describimos en nuestro primer trabajo en "Genome Research"», ha aclarado Antonio Salas, investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Salud de la Universidad de Santiago de Compostela. De dicha cepa han surgido variantes causantes de la primera ola en España, y también de focos muy potentes en EStados Unidos o Reino Unido, tanto en la primera como en la segunda ola.

Dos eventos de super contagio entre temporeros

 

Los orígenes de la variante 20A.EU1 se conocen gracias a muestras recogidas en las faringes de los infectados en verano. Parece ser que su expansión comenzó con dos brotes ocurridos entre temporeros de Aragón y Cataluña, que constituyen lo que se conoce como super contagio, por el alto número de infectados que se produjeron de forma simultánea. De ahí, se desplazó a la población, y después llegó a Valencia y al resto del país. Según los autores del artículo, los super contagios tuvieron un papel muy importante en que la variante tuviera mucha prevalencia justo antes de la apertura de las fronteras y el levantamiento de las restricciones de viaje de verano.

En opinión de Iñaki Comas, «es perfectamente posible que el virus hubiera estado circulando por la zona y que el brote de los temporeros hubiera sido como un amplificador», ha continuado Comas. «Este es un mensaje importante: se ha fallado a la hora de proteger a poblaciones vulnerables, que tenían muy malas condiciones de trabajo y de vida; si lo hubiéramos hecho, habríamos evitado amplificar esta variante».

 

La importancia de los super contagiadores

 

En este sentido, ha coincidido Antonio Salas, que en mayo publicó un trabajo que vinculaba la mitad de los casos de COVID-19 con super contagiadores: «Estos resultados están perfectamente en línea con nuestro estudio pionero sobre el rol de los super contagiadores a nivel mundial».

«En un momento determinado surge un foco de incubación en un lugar determinado y dispara un foco de contagios importante a su alrededor a una velocidad muy rápida, lo que facilita una dispersión mucho más amplia a otros lugares del mundo», ha proseguido Salas. «Es importante resaltar que detrás de un evento de super contagio hay un super contagiador, las circunstancias, y la biología en todo caso de una persona pueden ser más que suficientes para generar este foco de contagio».

 

«En un momento determinado surge un foco de incubación en un lugar determinado y dispara un foco de contagios importante a su alrededor a una velocidad muy rápida»

En opinión de este investigador, dado que en la primera y segunda olas los super contagios tienen un muy importante papel en la dispersión del virus, «no existe motivos para pensar que en las segundas y terceras olas la fórmula ha de cambiar», ha comentado. «Seguirá siendo así, porque simplemente el virus funciona de esta manera».

 

Extendida por toda Europa

Partiendo de España, la expansión de la variante 20A.EU1 se afianzó en julio y en agosto, y en la actualidad ya ha llegado a 12 países europeos, además de a Hong Kong y a Nueva Zelanda. Mientras que las primeras introducciones probablemente se realizaron desde España, las posteriores probablemente dependieron de otros países: «No es que España sea la única que ha distribuido esta variante por Europa. Por ejemplo, Reino Unido actuó como un segundo foco de dispersión», ha puntualizado Iñaki Comas.

Actualmente, la variante 20A.EU1 constituye el 90% de las secuencias en Reino Unido, el 80% de las españolas, el 60% de las de Irlanda y entre el 30 y el 40% de las de Suiza y Holanda. Además, también se ha identificado en Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Letonia, Noruega y Suecia.

«Es importante resaltar que actualmente no hay evidencias de que la nueva variante se extendiera a causa de una mutación que incrementase su transmisión o su impacto clínico», ha subrayado en un comunicado Emma Holdcroft, primera autora del estudio e investigadora en la Universidad de Basilea. En cambio, los investigadores han sugerido que la expansión de 20A.EU1 está asociada al relajamiento de las restricciones de viaje y de distancia social que ocurrieron en verano.

Por este motivo, los autores han subrayado la importancia de evaluar cómo los controles en las fronteras y las restricciones de viaje impidieron la dispersión del coronavirus en verano, y el papel que tuvieron los viajes.

«El cierre a largo plazo de las fronteras y las restricciones de viaje severas no son factibles o deseables», ha proseguido Hodcroft. «Pero por lo visto con la expansión de 20A.EU1, parece evidente que las medidas que se adoptaron no fueron suficientes para evitar la transmisión y la introducción de variantes en verano (...). Identificar mejores formas de "abrir" sin arriesgarse a aumentar el número de casos es fundamental».

 

«Por lo visto con la expansión de 20A.EU1, parece evidente que las medidas que se adoptaron no fueron suficientes para evitar la transmisión y la introducción de variantes en verano»

Dudas por resolver

En cuanto al caso infectado con la variante en Holanda en junio, el investigador ha comentado que se trata de un caso puntual cuyo origen todavía están investigando, a la espera de recibir información del servicio de salud del país.

Próximamente, los investigadores trabajarán en averiguar si esta variante es más contagiosa o virulenta, por medio de experimentos, para tratar de entender si esto explica que ahora sea la dominante. Por el momento, saben qué 20A.EU1 se caracteriza por tener mutaciones que modifican los aminoácidos de la espícula, por la que reconoce a las células humanas para forzar su entrada, a su «envuelta principal» (la nucleocápside) y a la proteína ORF14.

Dado el impacto que ha tenido esta variante, según ha concluido Antonio Sala: «Este trabajo demuestra que es importante seguir haciendo estudios que nos permitan entender cómo sigue moviéndose el virus. Y nos motiva más aún para seguir invirtiendo nuestros esfuerzos y energías en herramientas y procedimientos de análisis que nos ayuden a entender mejor su filodinámica».