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El Infierno en la Tierra...Más de 600 muertos y 1.250 heridos, el resultado de los ataques con bombas de racimo en Járkov

Política
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Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, ha habido víctimas mortales en casas y calles. En parques infantiles y cementerios. Incluso en colas de ayuda humanitaria mientras compraban alimentos o medicinas

 

260 niños muertos y 415 heridos en casi 100 días de guerra en Ucrania

 

Unicef alerta de «una inminente explosión de muertes infantiles» como consecuencia de la guerra en Ucrania

 

(ABC):_ Cientos de civiles han muerto a causa de los bombardeos indiscriminados por parte del ejército ruso desde el inicio de la invasión de Ucrania, mediante el uso de bombas de racimo —cuyo uso está prohibido— y cohetes, según Amnistía Internacional en su último informe, 'Anyone can die at any time: indiscriminate attacks by Russian forces in Kharkiv, Ukraine'. En total, más de 600 civiles han muerto y otros 1.250 han resultado heridos en la región de Járkov desde el inicio de la guerra Rusia-Ucrania, tal y como ha contado el director del departamento médico de la administración militar regional de Járkov a Amnistía Internacional.

Han muerto personas en sus casas y en las calles. En parques y cementerios, mientras hacían cola para recibir ayuda humanitaria o compraban alimentos y medicinas

«El uso reiterado de municiones de racimo prohibidas es escandaloso, y una muestra más del absoluto desprecio por las vidas civiles», ha declarado Donatella Rovera, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional.

El derecho internacional lo prohíbe

Las fuerzas rusas han causado la muerte y destrucción generalizada en todos y cada uno de los barrios residenciales de esta ciudad al noreste de Ucrania. Se hallaron de pruebas de que los rusos han empleado en reiteradas ocasiones municiones de racimo 9N210y 9N235, así como minas dispersables, ambas prohibidas por tratados internacionales a causa de su efecto indiscriminado.

Rusia no forma parte de la Convención sobre Municiones en Racimo ni de la Convención sobre la Prohibición de las Minas Antipersonal. Aún así, el derecho internacional humanitario prohíbe los ataques indiscriminados y el uso de armas que, por su naturaleza, provocan efectos indiscriminados.

Ataques en parques infantiles

Járkov era una población, antes de la contienda bélica, de un millón y medio de habitantes. Su bombardeo comenzó el 24 de febrero, a la par que la invasión rusa del país. Los barrios del norte y del este de la ciudad han sido las principales víctimas de la ofensiva rusa. Es difícil calcular cuánto duraron cada una de las explosiones: «Un minuto puede parecer eterno», cuenta Tetiana Ahayeva, una enfermera de 53 años que se encontraba junto a la entrada del Hospital Clínico 25 de Járkov la tarde del 15 de abril, cuando explotaron varias bombas de racimo en la ciudad, «El hijo de nuestro vecino murió en el acto. Su padre tenía la cadera destrozada y una herida de metralla en la pierna».

Munición de racimo en Járkov - Amnistía Internacional

No corrieron mejor suerte en un parque infantil cercano. Oksana Litvynyenko, de 41 años, sufrió heridas muy graves al explotar varias municiones de racimo mientras paseaba con su marido Ivan y su hija de cuatro años. La metralla penetró en su espalda, pecho y abdomen, perforado los pulmones y la columna vertebral. «Mi mujer Oksana yacía en el suelo. Cuando mi hija vio a su madre en el suelo sobre un charco de sangre, me dijo: 'Vamos a casa; mamá está muerta y la gente está muerta'», relata Iván en estado de shock.

Colas de ayuda humanitaria bombardeadas

Al menos, seis personas murieron y 15 resultaron heridas la mañana del 24 de marzo, cuando municiones de racimo impactaron en un aparcamiento cercano a la estación de metro Akademika Pavlova, donde cientos de personas hacían cola para recibir ayuda humanitaria. Otro hombre también murió a causa de las explosiones que destruyeron el escaparate de cristal de una tienda de animales: «Fue una situación verdaderamente horrible; llovía metralla», explica la Policía local.

Amnistía Internacional

Otras dos municiones de racimo también alcanzaron el tejado de la iglesia de la Santísima Trinidad, a unos 500 metros del lugar donde impactó el cohete. La iglesia sirve de centro humanitario en el que los voluntarios preparan paquetes de alimentos y ayuda humanitaria para repartirlos entre las personas con dificultades para acceder a los puntos de distribución de asistencia humanitaria, como las personas mayores y las personas con discapacidad o movilidad reducida.

Ahora, Amnistía Internacional exige a las fuerzas rusas responsables de dichos ataques que rindan cuentas por sus acciones, ya que «las víctimas y sus familias deben recibir una reparación completa», explican fuentes del organismo.