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Dom, May

La política como instrumento de gobernanza y conciliación de intereses se prostituyó; el gobierno es el medio para resolver problemas económicos

Opinión
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Epicentro / Claudio Vargas

La política más que una profesión es una pasión. Quienes llegan a la política por ganar dinero, pierden el sentido de contribuir al mejoramiento del nivel de vida de las mayorías. Contemporáneamente la política como ciencia de gobernanza se ha prostituido y ha generado como consecuencia una calamidad para los ciudadanos.

 El llamado gobierno de las mayorías no existe. Simplemente la política está hipotecada, la idea falsa de que mediante la política se gobierna no es más que el instrumento para resolver problemas económicos y crear espacios de poder para quienes mantienen el control político.

En Guerrero, no existe la preocupación de los partidos políticos que como escalera compiten por el poder para llegar al gobierno, por cambiar la realidad que se vive en una entidad sepultada por la violencia, marginada y sumida por la extrema pobreza y la desigualdad social.

En este proceso electoral, la gran disputa es el pastel; espacios de elección popular desde se planeará cómo hacer negocio con el gobierno. Cómo dar espacios dentro de una administración municipal a cambio de acuerdos políticos.

En ese sentido, lejos está el hecho de que una persona preparada con buenas intensiones y con una visión de cambio llegue al poder. No se puede hablar de transformación cuando en realidad lo que se busca es el interés de grupos políticos más que el bienestar del colectivo.

Estamos en el ante sala de un cambio de estafeta, donde la constante será la misma de siempre. Entra uno a cubrir las tropelías del que se va, para que cuando este se vaya, exista otro que lo ayude a no rendir cuentas de los recursos del pueblo.

Mientras la sociedad no se empodere, la clase política rancia que no quiere dejar el poder seguirá medrando con los impuestos del pueblo. El sistema de partidos que mantiene fragmentada a la sociedad en su conjunto e impide el empoderamiento de quienes deben mandar al gobierno y fijar el rumbo de las necesidades de los pueblos.

Las llamadas mafias del poder, aquellos poderosos grupos con poder económico someten a la clase política para sus intereses aviesos. Son los que fijan las reglas y han creado este país y estados de desigualdad social, pobreza extrema y un ambiente de brutal violencia.