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Lun, Abr

México moviliza 6 mil efectivos para sellar su frontera con Guatemala

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El pacto con la Administración Trump le obliga a detener en su territorio a cerca de 2.000 emigrantes diarios, frente a los 700 actuales

(ABC) El gobierno de México ha comenzado a dar los primeros pasos para sellar su frontera con Guatemala con el objetivo de detener el avance de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos. Según canal guatemalteco «TN23», México desplegó ya un primer contingente de 700 elementos de su Guardia Nacional para reforzar sus operaciones de control del flujo ilegal de centroamericanos en su frontera sur, tal y como acordó recientemente con Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles del 5 por ciento sobre todos los productos mexicanos exportados a la primera potencia.

El acuerdo prevé que México desplegará un total de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional en 11 municipios del sureste, lo que representa una de las mayores operaciones del ejército mexicano en los últimos años. El principal objetivo de esta misión será desarticular las multitudinarias caravanas que forman los centroamericanos.. Justo la semana pasada, México frenó una caravana de 400 migrantes.

La Guardia Nacional es un nuevo cuerpo de seguridad establecido por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para combatir la criminalidad en México, es decir, no fue creada para detener inmigrantes ilegales. Según AMLO, se trata de un organismo civil, pero estará dirigido por un general del Ejército y sus filas se nutren de miles de militares. Concretamente para la misión de detener inmigrantes indocumentados estará coordinada por un general en activo.

Asimismo, Guatemala empezará desplegar a lo largo de junio un contingente de 100 agentes estadounidenses que darán apoyo a la Guardia Nacional mexicana. Los agentes se ubicarán en el lado guatemalteco de la frontera y, además, ayudarán a detectar personas involucradas en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, armas o lavado de dinero. Esta operación forma parte de un acuerdo firmado el 27 de mayo entre los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala.

Para evitar que Estados Unidos se vuelva a plantear la posibilidad de imponer aranceles, México debe demostrar que el tránsito migratorio ha decaído dentro de los próximos 45 días. De lo contrario, Donald Trump retomará su amenaza y, además, pondrá de nuevo sobre la mesa que México se convierta en un «tercer país seguro». Esto significa que los centroamericanos que pidan asilo en Estados Unidos tras atravesar México podrían ser deportados al país latinoamericano para que allí procesen su solicitud de refugiados.

Volver a 2017

La negociación del acuerdo sobre inmigración con México es una innovación diplomática de Donald Trump que apunta a consolidarse en lo que queda de su presidencia y si consigue su reelección el año que viene. La amenaza de aranceles a su vecino del Sur fue recibida con escándalo por la mayor parte de la opinión pública, estuvo a punto de desatar una rebelión de sus aliados republicanos en el Congreso y desató fuertes críticas del empresariado.

Con el acuerdo sobre la mesa, es innegable que la estrategia de enseñar músculo comercial ha dado resultados iniciales a Trump, en forma de compromisos de México para reforzar el control sobre los inmigrantes centroamericanos que ingresan desde Guatemala, y a aceptar la devolución de más solicitantes de asilo político mientras se cursan sus casos en la justicia estadounidense.

Los demócratas y parte de la opinión pública aseguran que el problema migratorio sigue igual que la semana pasada y que no hay compromisos de resultados. La intención es que las autoridades mexicanas consigan que los arrestos en la frontera de EE.UU. con México bajen hasta los 50.000 en octubre, con el objetivo de que caigan a los niveles de mediados de 2017, los más bajos desde la década de 1970, según aseguraron el pasado marzo. Trump, según ha asegurado ‘The Washington Post’, quería que eso ocurriera de forma más expedita. La intención también es de que México detenga en su territorio a alrededor de 2.000 inmigrantes por día, frente a los 700 actuales.