REAL MADRID...La estrella brasileña agradeció enormemente al presidente del Real Madrid su interés constante, pero quería ser fiel a «su» Santos. El dirigente le propuso fichar en 1959, en 1961 y en 1963 para renovar el equipo. El astro no deseaba irse «de casa»
(ABC) Tres veces «no». Tres veces rechazó Pelé ante Santiago Bernabéu su fichaje por el Real Madrid. Nadie más lo hizo en la gran era del presidente que hizo legendario al club, desde que entró a dirigirlo en los años cuarenta hasta su adiós, en 1978.
«Muchas gracias presidente, es un honor para mí que quiera que juegue en el Real Madrid, pero quiero continuar viviendo en mi país, en el Santos, con mis padres al lado», le dijo tres veces, entre 1959 y 1963
Nadie conoce los pormenores y los momento de estas negativas. La primera vez que el dirigente madridista quiso contratar a Pelé fue en 1959, después de ganar la cuarta Copa de Europa consecutiva , con Di Stéfano, Puskas y Gento al mando del ataque. El Real Madrid continuaba en su apogeo mundial, pero el presidente albaceteño sabía que esa era se acabaría, porque los futbolistas de leyenda comenzaban a sumar años y el conjunto necesitaría una remodelación constante y tranquila, con la serenidad que otorgan los títulos. Pelé, muy joven, con 19 años, había ganado el Mundial con Brasil en suecia, en 1958, y contestó: «Muchas gracias, presidente. Para mí es un honor que el Real Madrid se interese por mí, pero quiero continuar en el Santos, que es mi equipo desde niño, cerca de mis padres, en mi país».
Bernabéu nos relató las tres negativas en 1977, al lado de Vicente Calderón, en una comida que duró cuatro horas. El gran Real Madrid estelar todavía ganaría una quinta Copa de Europa consecutiva, en Glasgow, el 7-3 al Eintracht que para los ingleses es el mejor partido de la historia. La BBC lo televisa todos los 25 de diciembre para rememorar ese encuentro, con cuatro goles de Puskas y tres de Di Stéfano.
Bernabéu lo contó en profundidad en una larga comida, al lado de su amigo Vicente calderón: «En el fondo, cuando miras para atrás, estaba muy claro que lo que Pelé quería era vivir en su país, con los suyos, en su ambiente, y lo puedes entender, porque en el Real Madrid sería muy grande, pero no deseaba irse de su tierra»
Bernabéu sabía que Di Stéfano y Puskas necesitarían a su lado en un futuro a corto plazo un jugador como Pelé, joven, con energías nuevas, con una arrancada fulgurante en cinco metros, una velocidad que apoyara al cañón de Francisco Gento por la izquierda.
Y así se lo expuso al brasileño por segunda vez en 1961, tras perder por primera vez la Copa de Europa, esa que el Benfica de Colunga y Torres ganaron al Barcelona en la final. Después, Eusebio sería el artífice del triunfo del Benfica sobre el Real Madrid en 1962, por 5-3. Estas dos victorias del Benfica dieron la razón a Bernabéu, que en 1961 buscaba la reforma del equipo.
Pelé no quería abandonar su país porque quería estar cerca de su selección para vengar a su padre. Su primer recuerdo de niño es ver las lágrimas de su papá cuando Brasil perdió el Mundial de 1950 ante Uruguay en Maracaná. Se le quedó grabado. Su reto fue devolver a su país la alegría. Ganó los Mundiales de 1958, 1962 y 1970 con su clase y sus goles. Se vengó hasta hacer de la amarilla la camiseta del planeta
En aquel 1961, tras caer ante el Barcelona en la Copa de Europa con dos arbitrajes muy polémicos, Santiago Bernabéu le dijo a Pelé que sería el líder de la renovación. El astro brasileño volvió a decir «no» con gran respeto: «Su oferta me enorgullece, don Santiago, pero quiero continuar en mi país, en mi Santos, con los míos, en Brasil».
Es el único jugador que se ha negado a Bernabéu por decisión propia. Lo volvió a hacer en 1963. «Don Santiago», como se le denominaba en la época, le dijo con claridad que Di Stéfano y Puskas seguían siendo grandes, ganaban la Liga, pero su lógico ocaso físico se acusaba ya en la Copa de Europa. Tras el periodo del Benfica llegó la era del Inter de Luis Suárez, buen amigo de Don Alfredo, y de Mazzola.
Pelé sabía que sería el líder del Real Madrid si venía en el 63. Pero reconoció que se sentía tan a gusto en Brasil que no deseaba marcharse. Había ganado el Mundial del 62 en Chile, sumaba dos Copas del Mundo y su estrella brillaba desde su país. El gran jugador le pidió perdón a Bernabéu por desestimar su gran propuesta: «En el fondo lo que quería era vivir en su país, con los suyos, en su ambiente, y lo puedes entender, porque en el Real Madrid sería muy grande, pero no quería irse de su tierra», decía Bernabéu en un análisis reflexivo.
Pelé, considerado para muchos como el mejor futbolista de la historia, prefirió hacer su carrera en Santos. Para quienes vivieron el fútbol en vivo en los años cincuenta y sesenta, para quienes vieron aquellos años, hubo dos jugadores, Di Stéfano y Pelé.
El brasileño explicó sus decisiones con suma sencillez años más tarde: «Nunca pensé jugar fuera de Brasil. Yo tenía mis razones: en pocas palabras, me encantaba el arroz con frijoles que hacía mi mamá, me sentía cómodo y feliz en mi país. Mi mamá y papá vivían a pocos metros de nuestra casa, la temperatura siempre era de 25 grados y la playa era estupenda».
Pelé conquistaría en 1970 su tercer Mundial con Brasil ¿Por qué centró su vida en su país? Dicen que le marcó una cosa: ver llorar as su padre cuando Brasil perdió el Mundial de 1950 en Maracaná. Quería dar a su país esa que hizo llorar a cien millones de compatriota. Se vengó bien. Tres Copas del Mundo decidió con sus goles y su clase. E hizo de la camiseta amarilla la más gloriosa del planeta.